viernes, 2 de mayo de 2008

¿Qué maximizan los empresarios?

Las empresas persiguen diversos propósitos, por tanto, el plantearse objetivos bien definidos para alcanzar cada meta resulta muy importante. En este sentido los objetivos representan la guía de funcionamiento de la empresa puesto que hacia su cumplimiento se encaminan todas los elementos del sistema que la conforman , sean éstos humanos, técnicos o financieros. A través del cumplimiento de los objetivos es que las empresas pueden autoevaluar sus actuaciones.

Generalmente conocemos que el objetivo de la mayoría de las empresas es obtener la máxima ganancia o rentabilidad. Ningún individuo o sociedad hace funcionar un negocio si no está enterado de que obtendrá altos beneficios monetarios, estos buscan el menor riesgo y la mayor rentabilidad para su capital invertido, independientemente si es propio o prestado. Y cuando el objetivo de lucro no se cumple se procede a abandonar la actividad o bien a estrategias inmediatas para maximizar ganancias.

Otras empresas se plantean como objetivo principal lograr un alto nivel de crecimiento, por lo cual son intensivos en inversión y publicidad desde el principio del negocio, teniendo que enfrentar en ocasiones bajas de precios o de ventas para poseer el posicionamiento en el mercado deseado en un período de tiempo no muy prolongado.

Existen otras empresas que orientan su toma de decisión hacia el logro de objetivos que representen su estabilidad, esto se refiere a mantener su posición financiera en un nivel óptimo que no necesariamente se traduce en altas ganancias ni elevado crecimiento. Los esfuerzos son por mantener los niveles de deuda, de riesgo, de rendimiento de capital y de liquidez en la empresa que garantice el cumplimiento oportuno de las obligaciones tanto con los dueños de la empresa como con los proveedores.

Finalmente, existen unidades económicos cuyo objetivo primordial es de naturaleza social, como las ONG’S, entre muchas otras. Empresas como estas pretenden lograr la satisfacción de las necesidades de su mercado meta a cualquier costo, por lo que sus esfuerzos se orientan hacia los consumidores y no hacia los dueños. Con estas acciones procuran brindar un mayor nivel de vida a las personas, pero esto no necesariamente significa que no es una empresa rentable, estable o exitosa.

Para cualquiera de los casos mencionados puede haber una combinación los tipos de objetivos planteados puesto que se pretende lograr distintas metas. Entonces lo que resulta crucial es la correcta toma de las decisiones en la organización.

Las decisiones son un proceso complejo de implementación de acciones encaminadas al logro de los objetivos a partir de información tanto a nivel interno como externo de la empresa. Primeramente los empresarios deben utilizar concientemente la información del pasado, también llamada acumulada, basándose en la experiencia, la intuición, el sentido común y la repetición de las acciones y sus efectos. Con esta información pueden considerar las posibles repercusiones al tomar una determinada decisión, por lo cual esta información debe ser de una fuente confiable.

Seguidamente, la toma de decisiones utiliza la información actualizada que tiene a su alcance, con ella elabora las alternativas y hace pruebas previas a la implementación de las decisiones. Dependiendo del resultado de estas pruebas, como sería una encuesta o degustación de un producto, se toman las decisiones. Finalmente, el empresario ejecuta las acciones que emanan de la decisión, pero dado que éste está conciente de que pueden existir fallos, procede a establecer métodos de control o seguimiento de las acciones, esto para poder lograr el alcance de los objetivos propuestos al inicio.

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